Les entranyes de la bèstia
Documental-+10
Para la directora de este trabajo, Erika Cohn, esta es una lucha de David contra Goliat. Por un lado, el Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California, en Estados Unidos, y por el otro, centenares de mujeres reclusas a quienes se les practicó una histerectomía sin su consentimiento, con Kelli Dillon como la primera víctima. Ingresó en prisión cuando tenía 19 años. Era madre de dos hijos y víctima de violencia de género. La condenaron a 15 años de prisión por haber matado su marido. Cumplía condena en la prisión de mujeres de California Central, la prisión de mujeres más grande del mundo. Cuando tenía 24 años, le dijeron que quizás le estaban creciendo unos quistes en los ovarios. El médico le preguntó que, si se le detectaba un cáncer, quería que le hiciera una histerectomía, lo que ella aceptó únicamente en caso de tener cáncer. Posteriormente, sufrió los síntomas de una menopausia quirúrgica. Su sorpresa fue cuando la abogada activista Cynthia Chandler, cofundadora de Justice Now, una organización dedicada a la defensa legal de mujeres en prisión, consiguió su historial médico. No había ningún indicio de cáncer y el golpe para Kelli Dillon fue devastador.
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